lunes, 25 de febrero de 2013

Y ya termina febrero..

"Desde el sur informan que ya están cruzando bichos por el Estrecho..."

Estos últimos días de febrero están siendo los más fríos de todo el invierno en la zona. No todos los años ocurre, y es que ha nevado en muchos puntos de la costa catalana.


La nieve tiene algo que atrae mucho a la gente, imagino que esa gente es la misma que la que ve nieve veces contadas con una mano durante todo el año. Personalmente, desde hace bien poco desconocía la gran ventaja de tener delante un paisaje completamente blanco.  Esa ventaja la podría explicar con palabras, pero la voy a ilustrar con algunas fotografías; ahí van esos momentos desde mi objetivo que, una vez analizados, siempre nos enseñan alguna que otra cosa.







Ese descenso por la Vall de Núria siempre quedará en mi recuerdo. Al empezar a bajar el valle, apareció (y de repente) el bicho de la siguiente toma en un cambio de rasante. Mi primer avistamiento de esta especie..






                         
                    Gypaetus barbatus (quebrantahuesos; trencalòs)


He aquí la ventaja que mencionaba.. Incluso sacando a prisas la cámara, sin poder pensar mucho a qué velocidad tirar y con el pulso exageradamente tembloroso, el resultado fue mucho mejor de lo que podría desear. Los rayos de sol reflejados en la nieve dan una luz espléndida para el fotógrafo y la fotografía; cuando analicé la toma me di cuenta de que no existían las sombras (lo que siempre hace empeorar la calidad de mis fotos en los días sin nieve). 




 Rupicapra pyrenaica 
(rebeco; isard)

Impresionantes habilidades en la montaña, ya sea en descensos con nieve como en ascensos de roca. 

La población de la Vall de Núria, por suerte, no se ha visto tan afectada por un Pestivirus como otras poblaciones. 







Montifringilla nivalis 
(gorrión alpino; pardal d'ala blanca)

A pesar de las ventiscas heladas, es asombroso como controlan su vuelo entre los árboles y las rocas. Algo que llama mucho la atención de esta especie es el blanco que tienen en las alas (visible durante el vuelo), que parece incluso un blanco más puro que el de la propia nieve. Además, tienen unas alas extremadamente largas en comparación con su tamaño corporal.

Una gran experiencia, y para recordar, mi primer avistamiento de bandos de gorrión alpino a más de 2.000 metros de altitud. 
   Frío pero mágico amanecer...


Baix Penedès, y más concretamente viñedos de la zona de Aiguaviva, completamente nevados. La nieve tardó apenas un día en no dejar ni rastro por esos lares...



Ahora, ya satisfechos con el frío, a esperar que vayan subiendo las temperaturas y vayan apareciendo nuevos bichos así como desapareciendo nuestros bonitos y arriesgados invernantes..